General Electric es el tercer fabricante mundial de turbinas eólicas, por detrás de Vestas y Sinovel, pero por delante de Enercon, Suzlon, Siemens y Gamesa.
General
Electric, que fue el mayor fabricante de centrales nucleares, apuesta fuerte por las nergías renovables, ya sea la eólica o la
energía solar fotovoltaica. En eólica desarrolla aerogeneradores de accionamiento directo y torres eólicas de gran altura, y su filial financiera es un gran promotor de parques eólicos en Estados Unidos y Canadá.
General Electric (GE) anunció la construcción de la mayor fábrica de energía solar fotovoltaica de Estados Unidos, basada en la película delgada de teluro de cadmio, que utiliza un metal pesado tóxico, pero que se puede reciclar. Pero siempre es mejor que la energía nuclear. La fábrica de GE quiere transformar la energía solar fotovoltaica, abaratando los costes.
Para llevar a cabo este proyecto de energía solar, GE compró la empresa Converteam por 3.200 millones de dólares, así como PrimeStar Solar, especializada en la producción de una fina película solar que es en la que GE basará sus paneles de energía solar fotovoltaica menos costosos que los paneles convencionales de silicio.
Los paneles que planea instalar están desarrollados a partir del teluro de cadmio, un compuesto cuya utilización ha sido criticada por grupos ecologistas ya que el cadmio es un metal pesado tan tóxico como el mercurio y puede contaminar el medio ambiente.
"La energía solar fotovoltaica es el próximo paso en la creciente cartera de productos de energías renovables de GE y forma parte de su compromiso para llegar a tecnologías energéticas limpias a través de la inversión en innovación, investigación y desarrollo", agregó la compañía, también una de las líderes mundiales en la producción de turbinas eólicas. La demanda de energía solar fotovoltaica alcanzará los 75 gigavatios en los próximos cinco años, según GE, que, con este proyecto, asegura estar bien posicionada para capitalizar esa tendencia. Una vez acabada la fábrica, que producirá 400 megavatios anuales, se crearán 400 empleos.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar
fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
